
Cuando te adentras en el mundo online, te das cuenta de la enorme cantidad de palabras y conceptos que existen y que desconocías.
Y aunque no es obligatorio conocerlos todos, no está de más saber qué hacen y para qué sirven los más importantes.
Y si hay uno que destaca y que merece la pena conocer, es la memoria caché.
Así que, si no sabes qué es la caché, cómo funciona, los tipos que existen y otros datos relevantes sobre ella, sigue leyendo porque aquí te los contamos todos.
Créenos, merece la pena conocerla.
¿Qué es la caché?
La caché (conocida también como memoria intermedia o antememoria) es un tipo de memoria que permite un acceso más rápido a la información que ya se ha usado antes.
En concreto, la caché actúa como una memoria intermedia entre un dispositivo que se conecta a otro al que se hace una petición, con la finalidad de guardar los datos que se han recibido para en un futuro, poder mostrarlos más rápido.
Lo explicamos con un ejemplo más cotidiano para que se vea mejor.
Imagina todos los días desayunas en el mismo bar, y que siempre pides el mismo desayuno: café con tostadas de tomate.
A la larga, conforme el camarero (que sería la memoria caché) te vea entrar por la puerta, te servirá el café con tostadas (que es el recurso que vuelves a necesitar) de forma inmediata.
Pues lo mismo hace la memoria caché, guardar lo que ya has visto para que en caso de volver, “servírtelo” de manera más rápida y eficiente.
¿Cómo funciona la caché?
Aunque más o menos ya hemos explicado su funcionamiento, a continuación te explicamos qué ocurre de forma más exacta.
Aunque en este caso, será cómo funciona la caché en Internet.
- Con tu dispositivo (ordenador, smartphone, Tablet…) te conectas a un recurso en un servidor.
- Se comprueba si ese recurso está en la memoria caché (si es así, se devuelve y muestra en tu dispositivo).
- En caso de que no se encuentre en ella, se accede al servidor donde se encuentra eso que quieres ver y se almacena en la caché.
- Si en un futuro vuelves a acceder a ese mismo recurso, lo harás más rápido.
Como ves, su funcionamiento es muy sencillo de entender.
Tipos de caché
Aunque existen varios tipos de caché, todas ellas se pueden englobar en 2 grandes grupos: hardware y software.
En el caso de la caché hardware, se trata de un dispositivo físico donde se almacenan los datos necesarios.
Las más usadas son la caché de la CPU o del disco duro.
Por otro lado, la caché del software es una memoria dentro de un programa. La más común es la de un navegador web, donde se guarda la información de las páginas que visitas y que te permite una navegación más rápida.
Ventajas y desventajas de la memoria caché
Con lo leído hasta ahora, parece que la memoria caché solo tiene cosas buenas. Y aunque está claro que tiene muchas ventajas, por supuesto también tiene un lado negativo.
Y como queremos que lo sepas todo sobre ella, a continuación te contamos los pros y contras de la memoria caché.
En especial, en lo referido a crear y mantener una página web.
Ventajas
- Mejora la velocidad de carga: empezamos por lo obvio pero también, su principal ventaja. La caché hará que tu sitio cargue mucho más rápido y eso siempre es bueno.
- Reduce la carga del servidor: sobre todo si tu página se genera con una base de datos, ya que la copia caché no necesita hacer esa conexión.
- Favorece el posicionamiento SEO: como tu web carga antes y tu servidor funciona mejor, la experiencia de usuario se ve favorecida, lo que manda señales positivas a Google que se traducen en posiciones más altas.
Desventajas
- La renovación del contenido: si cambias algo en tu web, hasta que no se renueve la caché, los usuarios no verán las modificaciones.
- Requiere ciertos conocimientos: no es que su configuración e implementación sea complicada, pero si quieres sacarle todo el “jugo” debes dedicarle un buen rato y saber lo que haces.
¿Te gusta navegar rápido? Ahora sabes que es gracias a la caché
Hasta aquí nuestro post sobre qué es la caché.
Como has comprobado, gracias a este tipo de memoria la navegación web es mucho más rápida y fluida.
Aunque también lo es tu ordenador y cualquier otro dispositivo que cuente con ella.
Así que cada vez que haces algo y ocurre en un periquete, ya sabes a quién agradecérselo. 😉